Siempre para mí los trovadores en
la historia me causan gran alegría, en ellos redescubro esa mítica figura del
juglar, que solo con su guitarra y voz recrean la historia milenaria. Desde que
el hombre tiene memoria, esa memoria esta en sus relatos. Por eso una Trovador
debe ser fiel a esa tradición errante, donde las narrativas musicalizadas se dejan
llevar por el devenir destino.
El fin de semana pasado paso por
Cali Frank Delgado, desde las mayor de las Antillas a renovar el vinculo con
esa misión de trovador, paso con su guitarra su esposa, su voz y sus historias,
el día viernes en Guayusa peña bar con los maravillosos Humberto y Bizarro.
Allí estaba Frank y su guitarra sonado en medio del ruido impresiónate que la avenida
sexta y su estruendosa rumba, pero el bar totalmente lleno y las canciones de
Delgado lograron ser y proponer que Cali puede y debe tener espacios alternativos,
no hay derecho que chabacanería de lava perros que dejaron los narcos a Cali
nos aplaste. El trovador y su público cantaron más alto que los parlantes de
las discotecas.
El sábado en el teatro Domus la
casa de Manuel Sierra, Frank de nuevo ya con el aura Intima del teatro que
lleno cantando y contada, fortaleciendo esa admiración que la música Cubana logra
en el mundo, y mucho más su trova que pasa desde lo político a lo humorísticos,
desde el amor hasta el olvido. Gracias Frank por pasar por Cali, animo en la misión
musical de la memoria y por la sucursal del cielo de esperamos de vuelta.





