Cali como la capital del Pacífico
demuestra que los aires del litoral mueven y conmueven, por esto es siempre
grato descubrir sonidos de selva y agua que alebrestan y trastornan. La
chirimía chocoana está bien representada por las canciones bailongeras que
respetan las raíces y experimentan desde los matices sonoros del bombardino y
el clarinete.
El primer paso es un pañuelo, en
su defecto la camisa, después arranca el bunde y dale que dale, bailalo como lo
sintás, si tenés pareja bien, pero si estás solo a moverte que así también se goza.
Y a qué venimos “a gozar” que suenan sones de abozaos, polkas, danzas, rebulú,
contradanzas, jugas, cantos y ritmos que evocan a la madre África. Cuando Rancho
Aparte suena, suena el clarinete, el bombardino de cobre, la tambora, el
redoblante y una voz raizal que indaga en esas músicas internas que viven
agazapadas como fantasmas en los pliegues de la sensación. Este grupo ha
logrado que los jóvenes lo oigan y lo entiendan, y que las viejas generaciones
lo gocen y lo bailen.
Desde el 2005 en su natal Quibdó
se reúnen con la idea de proyectar, bajo el formato de chirimía, el sentir del pueblo
chocoano. Racho Aparte surge para llevar
su expresión a otro lado. Y sí señores, armaron Rancho Aparte honrando a los
ancestros y renovando el sonido potenciado por la energía en tarima, transmitiendo
lo pegajoso de sus composiciones. Capitaneando este navío parrandero Dino
Manuelle atracó en el puerto del Petronio Álvarez ganado en el 2007 y 2013, y
consiguiendo el segundo lugar en el 2011, así mimo mereció premios como Nuestra
Tierra; además Shock también los ha tenido entre sus nominados de su rancho.
https://www.youtube.com/watch?v=yxW70xwoRR0

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